Los ex trabajadores de la factoría se forman en los cursos de la Junta a la espera de que las empresas prometidas comiencen a instalarse · Muchos antiguos operarios siguen mirando atrás con dolor
Ahora, doce meses después, la situación ha cambiado. Unos 200 ex trabajadores han conseguido ya un trabajo, de los que unos 60 tienen contratos indefinidos (los que tenían una cualificación más alta en la fábrica). Algo más de 1.500 de aquella planta permanecen en los cursos de formación que la Junta de Andalucía puso en marcha pensando en su recolocación. Alrededor de 180 tienen derecho a prejubilarse y de hecho así lo han solicitado (mayores de 53 años). De ellos, 160 pertenecen a la empresa matriz y el resto de industrias auxiliares. Incluso, alrededor de 40 ex operarios tienen concedida la pensión por invalidez permanente.
Transcurrido este tiempo, muchos de los que entonces fueron protagonistas recuerdan incrédulos cómo se vino abajo el sustento de sus familias durante 20 años. Es el caso del colectivo de mujeres de trabajadores. Entonces llegaron a ser varios centenares. Hoy, un grupo ha accedido a la petición de este periódico para conocer sus sensaciones. Frente a la puerta de la factoría que ellas mismas ocuparon nada más conocer la noticia (a finales de febrero de 2007), no pueden evitar mirar con nostalgia y también con rabia el que fue el centro de trabajo de sus maridos, hijos o familiares durante décadas.
Con su camiseta naranja recuperada de un año atrás, las mujeres volvieron a la puerta de la factoría. En nombre de ellas, Antonia Roca es clara y sincera: están decepcionadas, se sienten engañadas y no se creen la llegada de nuevas empresas. “Después de un año no todo el mundo está tan feliz y contento como se está vendiendo a la opinión pública. Puede que vengan empresas, será bueno para la juventud de la Bahía, pero el futuro de los ex trabajadores de Delphi está muy difícil”, afirma. Y ofrece datos: “Si las empresas tardan dos o tres años en instalarse, aunque haya gente que diga que tenemos tiempo, a los trabajadores les queda, al que más, un año de paro. Dicen que vendrán muchas empresas que recolocarán a todo el mundo. Eso no se lo cree ni Antonio Fernández (consejero de Empleo). Llevan más de un año diciendo que hay empresas, después salen los responsables de esas empresas diciendo que no tienen compromiso de recolocación con la plantilla de Delphi, otras no dan el perfil”. A su juicio, “los cursos de formación son un camelo, porque lo que tienen que dar es cursos adaptados a las empresas que vendrán; los que están dando no tienen nada que ver con esas nuevas empresas. Estamos hartas de tanto camelo. Todos tenemos memoria histórica”.
Desde la representación sindical, tampoco se obvia este triste aniversario. Pedro Lloret (CCOO) es hoy día uno más de los ex trabajadores que pretenden ser recolocados. “Queremos que este día sea como uno más, no hay nada que celebrar”, asegura. De hecho, recuerda que, durante este año, “ha habido malas y buenas noticias, pero lo único que queremos es que pase pronto el tiempo y empiecen a llegar las empresas en las que nos tendrán que recolocar”. Mientras tanto, Lloret reconoce que “he pasado por mi antigua fábrica muchas veces, más de las que debería y, la verdad, en algunas ocasiones cuando paso en coche con mi familia no puedo evitar mirarla de reojo”.
El concejal del PA en el Ayuntamiento de Puerto Real, Fernando Boy, como uno más de los empleados valoró el tiempo transcurrido. “Lo cierto es que durante todo este periodo muchos han sido los rumores y comentarios sobre las empresas que se van a instalar y que van a servir para la recolocación pero hasta el momento lo cierto es que no hay ninguna propuesta en firme”, afirma. Lo malo de todo, como apunta Boy, es que “el tiempo pasa y ya hemos agotado un año de paro”. A pesar de estas circunstancias, significó que “seguimos con la ilusión de volver a incorporarnos al mercado laboral, para lo que estamos poniendo las ganas suficientes con los cursos”. En este sentido, se mostró algo crítico y dijo que “ya tendríamos que estar realizando una preparación más específica de la que estamos recibiendo”.
Parado en el acceso del Centro de Técnicas Industriales (CTI) de San Fernando, aguarda un autobús que llevará a su casa a los ex trabajadores de Delphi. “Somos ex empleados”, bromea uno irónicamente antes de subir las escaleras del vehículo. Ellos conforman el último grupo que está recibiendo el segundo de los cinco módulos de mecánica que se imparten en estas instalaciones. Óscar y Rafael son dos de ellos, quienes explican lo angustioso de su situación. “Nos sentimos un poco inútiles, porque este curso no nos sirve de mucho”, comentan. Pero es la única esperanza a la que aferrarse, ya que a través de él reciben una beca de ayuda económica y les permite, además, permanecer vinculados a su pasado laboral. Y también a su futuro. “Estamos esperando la recolocación que nos han prometido, pero cada vez lo vemos más negro”, argumentan.
La administración también hace balance. El delegado provincial de Empleo, Juan Bouza, recuerda “los momentos difíciles que todos hemos vivido; nadie quería el cierre pero llegó y ahora, volviendo la vista atrás, se recuerda todo el esfuerzo de los trabajadores, de la sociedad gaditana y de los gobiernos central y autonómico por hacer de esta crisis una oportunidad”.