Entre palmas y abucheos, los prejubilados de la provincia afectados por
la suspensión del cobro de sus rentas ante los reiterados impagos de la
Junta volvieron ayer a manifestarse frente a la sede de la delegación
provincial de Empleo, en la que los portavoces del colectivo
permanecieron encerrados cerca de siete horas mientras los responsables
de la Junta se pasaban la pelota sin ofrecer ninguna solución a su
problema.