lunes, 18 de agosto de 2008

UGT

Y EN VEZ DE DESPOTRICAR, ¿POR QUÉ NO CONSTRUIR?

Desde que se inició todo el proceso vivido en el año 2007 en la fábrica de componentes de automóviles de Delphi que desembocó, como todos podemos y debemos recordar, en la decisión unilateral de la multinacional de proceder al cierre ordenado de la factoría, ha habido un despliegue mediático importante que, para los que hemos formado parte de la plantilla, ha respondido y sigue respondiendo a extraños y malintencionados intereses de algunos medios de comunicación que se han dedicado a hacer la labor de oposición que les hubiera correspondido a los partidos políticos, pero además sin tener la información adecuada y contrastada. Por otra parte también ha habido una mala utilización política de algunos partidos de la oposición entre los que cabe destacar al PP e IU. Hay que ser más honestos y menos demagógicos. No se pueden montar al carro de cualquier protesta o discrepancia sin valorar las razones de las mismas. No podemos engañar a determinados colectivos diciéndoles lo que quieren oír sin considerar los términos en los que se firman los acuerdos y los límites legales que se deben de cumplir.

Parece ser que ya hemos perdido la memoria de lo que ocurrió. Bien, se cerró la fábrica, pero nadie nos vendió, ni los sindicatos (firmaron los cuatro), ni la Junta que actuaba como garante del acuerdo sin obligar en ningún momento a firmarlo. A nadie con un poco de sentido común se le puede ocurrir que el cierre de Delphi beneficiara a la Junta de Andalucía y mucho menos que fuera la Junta la que promoviera el cierre de la fábrica. Tampoco es verdad que se hiciera dejación de responsabilidades por cuanto se buscaron cuantos mecanismos fueran posibles para impedir el cierre de la multinacional. Pero lo que es obvio es que Delphi y solo Delphi lo tenía todo muy bien preparado para proceder dentro de la legislación mercantil española al cierre de su fábrica de Puerto Real. Y al señor Barroso le decimos que debería haber estado más en la actualidad evitando proponer soluciones demagógicas (como las de capitalizar la fábrica con dinero público) que él sabe muy bien que no podían materializarse dado que no se tenían las patentes ni los clientes para poder seguir fabricando. Además no estaría de más dar al señor Barroso y al señor Ignacio García un tirón de orejas por la utilización descaradamente partidista y electoralista del problema de Delphi.

A los que se sienten engañados por los sindicatos hay que recordarles que todo lo que ahora estamos viviendo es fruto de una lucha y también fruto de una votación. La gran mayoría de los trabajadores aceptamos el acuerdo firmado por los cuatro sindicatos que estaba pendiente de aprobar en referéndum. Como ya he dicho un porcentaje altísimo de trabajadores lo aprobó y por tanto lo que emana de ahí es fruto de la voluntad de los trabajadores. Por eso no entendemos por qué se ponen tantas pegas al proceso posterior al cierre que es precisamente el que estamos viviendo en la actualidad.

Si recordamos el objetivo de la lucha contra el cierre de Delphi era doble, por un lado que no se fueran de rositas (se consiguió una indemnización que es más del doble de la establecida por ley y además se obtuvo la cesión de activos para la reindustrialización de la zona), y por otra parte nos marcamos el objetivo primordial de obtener compromisos de reindustrialización de los poderes públicos (se consiguió el compromiso político de la Junta de Andalucía y del Gobierno Central).

Para bien o para mal en ambas administraciones gobierna el PSOE y ha sido este partido el que ha adquirido los compromisos con los trabajadores de Delphi. No puedo entender por qué algunos ven en este partido a su enemigo… Si algo incumplen o hacen algo mal se lo tendremos que reclamar pero de ahí a considerarlos los enemigos de los ex trabajadores de Delphi media un abismo… En todo caso habría que recordarles a los del PP cómo actúan ellos contra los trabajadores y para muestra un botón, no creo que ninguno hayamos olvidado el intento de recorte de los derechos de los trabajadores mediante el famoso decretazo. Por tanto, señora Teófila no olvide que los trabajadores no olvidamos y sabemos quién está con nosotros y quién contra nosotros (aunque escondidos por intereses electorales bajo pieles de cordero).

De los periódicos no hace falta ni hablar porque los que hemos vivido el problema desde dentro hemos podido constatar las muchísimas imprecisiones en las que han incurrido y cómo han sacado cuestiones de contexto para arrimar el ascua a sus líneas editoriales.

Pero lo más desconcertante es que haya gente dentro del colectivo que se dedica a crear incertidumbres, desunión, desasosiego… No es eso lo que necesitamos los extrabajadores de Delphi. Necesitamos, a pesar de todo, el poder ilusionarnos por los nuevos proyectos que están instalándose y los que van a ir viniendo. Estaremos expectantes y pendientes para reclamar que se cumplan los compromisos adquiridos pero no debemos crear más incertidumbre de la que todos tenemos.

A los que no se han leído los acuerdos les recordamos que la mesa de seguimiento está formada por los cuatro sindicatos en relación directa a la representatividad que tenían en Delphi. Cada sindicato ha nombrado a la/s persona/s que ha considerado oportuna/s. A partir de ahí todos tienen el mismo tratamiento en cuanto a que son contratados por Altedia Creade en base al Convenio Metal y por tanto, al estar trabajando, no consumen paro obviamente. Pero eso es común a todos los que forman parte del DTS en representación de los sindicatos. Por eso no entiendo por qué se cargan las tintas con Antonio Pina, que como todos cometerá sus errores, pero que en este caso está en el DTS cumpliendo estrictamente los acuerdos en representación de su sindicato CCOO. Por otra parte no entendemos en qué perjudica su adscripción política al colectivo de extrabajadores de Delphi y tampoco alcanzamos a entender por qué algún periódico lo interpreta como la forma en que el PSOE paga una supuesta traición… Pero vamos todo esto se entiende si veis que detrás de todo esto esté EL MUNDO y LIBERTAD DIGITAL… Cada uno sabe muy bien de quién se tiene que fiar y de quién no. En este caso lo tenemos más sencillo porque lo que se cuenta lo hemos vivido nosotros en nuestras carnes y podemos constatar las mentiras que se están diciendo.

Aunque intuimos que pudiera haber un cierto retraso en la implantación de las empresas, lo que sí se va viendo es que van cristalizando los proyectos más importantes (más que le pese algún que otro supuesto sindicalista…) y estamos confiados en que todo vaya ocurriendo según las previsiones. Por ello animamos al colectivo de Delphi para que continuemos pendientes de lo que va ocurriendo y para que a pesar de la incertidumbre que a todos nos embarga, no perdamos la esperanza en una solución satisfactoria para el conjunto de afectados.

Por último, no olvidéis que si hay desviaciones inadmisibles respecto de los acuerdos y previsiones, seremos nosotros los primeros en lanzar la voz de alarma para efectuar las actuaciones que consideremos necesarias para defender nuestros derechos e intereses, que no son otros que los de obtener soluciones (recolocación o solución social) para todos y cada uno de los afectados por parte de los poderes públicos (Junta de Andalucía y Gobierno Central).

"Andalucía contará con dos grandes grupos en los sectores TIC y solar en un año"

Tras la creación de Alestis, el próximo reto andaluz será que Sadiel pilote la fusión de firmas tecnológicas y que se geste otra gran compañía en tecnología solar · Vallejo advierte: se primará a las empresas de la región, pero no se las esperará eternamente

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El consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo, durante la entrevista.

-Tras un año de quebraderos de cabeza en torno al tema Sacesa (Alestis) y la resolución de flecos en este último mes, ¿se marcha más tranquilo de vacaciones? -El sector aeronáutico es precisamente el que menos me quita el sueño. Se está viendo poco afectado por la crisis y si a ello unimos la puesta en marcha de Alestis y la consecución de contratos con Airbus, estoy doblemente satisfecho. Este sector, además, vendrá a compensar, desde un punto de vista económico y de empleo, el bajón de otros más afectados por la competencia de países de bajo coste.

-¿Confía en que se cierre sin más sobresaltos la ampliación de capital de Sacesa? ¿Cuándo?

-Pese a las dificultades financieras, en septiembre dejaremos resuelto el tema y, a partir de entonces, Alestis podrá dedicarse plenamente a un programa tan importante como el del A350. En cuanto al accionariado, espero que no haya más sobresaltos, ya que permanecerán los socios contemplados.

-¿Cómo se articulará la entrada del empresariado andaluz en Alestis, a la que usted abrió la puerta recientemente?

-No es difícil. A partir de la ampliación de capital de Ficosa [por 100 millones de euros, a la que acudirán Unicaja, Cajasol, el BEF, Caixa Catalunya y el ICF] y la puesta en marcha de la de Alestis [80 millones aportados por Ficosa y Alcor], se va a producir en cadena una ampliación de capital en Sacesa [por 10 millones] para permitir la entrada de Alestis en la firma andaluza. Ahí es donde hay posibilidades de que parte del capital sea suscrito por empresas andaluzas. Pero, sinceramente, no creo que ocurra en estos momentos de crisis financiera.

-¿Recibió con alivio o con sabor agridulce (no se lograron las trampas de aterrizaje) la adjudicación de la panza del A350?

-Llevábamos meses encima del tema y fue un poco tormentoso, pero finalmente nos hicimos con la parte importante del paquete, ya que representa casi el 70%. Para una empresa nueva como Alestis es todo un espaldarazo. -Pero no se conforman con esto, Alestis pujará por más piezas...

-Las trampas de aterrizaje tienen una parte tecnológica interesante, ya que utilizan un proceso de fibra de carbono muy avanzado que usa superficies curvas. Y nuestro empeño es conseguir algún contrato de otras piezas del avión que lleven esta tecnología [días después de realizar esta entrevista, Alestis se hizo con otro contrato para la fabricación de la cola del A350].

-¿El tejido empresarial andaluz es demasiado dependiente de EADS y Airbus?

-Efectivamente tiene una alta dependencia, pero no creo que sea un problema, ya que se estas compañías poseen el 40% del mercado mundial. Aun así, deberíamos abrirnos a todas las grandes tractoras para generar más actividad y empleo. Para ello, hay que tener grandes empresas subcontratistas internacionalizadas, con plantas en países con moneda dólar y de bajo coste para ofrecer programas completos a costes medios razonables. Para mantener la actividad de vanguardia tecnológica aquí, tendremos que ceder otra parte con menos valor a países de bajo coste. -No teme, por tanto, a los planes de deslocalización de EADS...

-Temería que no los tomase, que por un sentimiento excesivamente nacionalista dejará de ser competitiva. No me preocupa que quiera mantener un nivel de costes razonables y que, para ello, parte de la actividad se desarrolle en países de coste bajo y en otros compradores de aviones (Brasil, China, la India, Rusia) porque son los que mantendrán este negocio en el futuro. Además, el sector aeronáutico no es como el de componentes del automóvil: aquí se fabrican piezas con un elemento artesanal muy importante y para muy pocos aviones, por lo que sólo los elementos de poco valor son fácilmente deslocalizables.

-¿Ve factible un aumento del capital de España en EADS?

-Tendría que ser a través de capital privado. España ya tiene compañías con suficiente capacidad tecnológica y financiera como para formar parte del consorcio. Puede que den el paso proximamente.

-El tejido andaluz parece que empieza a reaccionar a sus llamamientos a la cooperación. Ahí está el caso de Aerojoint...

-Espero que esta iniciativa sea la primera de muchas. Y, si ya lo hemos conseguido en el sector aeronáutico, ahora tenemos que hacerlo en otros como las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) o la energía solar. Es el momento de una fusión de firmas TIC en Andalucía, que debe pilotar Sadiel con el objetivo de crear una gran empresa internacional capaz de competir en los grandes mercados. La región ya cuenta con compañías con capacidad, que emplean en torno a 1.000 ingenieros y que podrían unirse a otras medianas y pequeñas para gestar ese grupo. Y lo mismo debe ocurrir en el terreno de la tecnología solar, otro de nuestros próximos retos.

-¿Qué plazos se han marcado?

-Son un objetivo inminente, así que, a pesar de la crisis, el próximo año tenemos que tener listos los dos grupos. Espero que las empresas andaluzas sean las que tiren del carro, pero no vamos a esperar a nadie. Los primeros que den el paso y se sitúen en mejor posición para competir llevarán la iniciativa. El capital y las empresas ya no son de un sitio ni otro, son de donde están, donde generan riqueza.

-Ante el actual panorama de crisis, ¿teme que las empresas recorten la inversión en I+D?

-Cuando hay una tensión económica, es el primer paquete que se recorta. Pero también es cierto que se innova más en tiempos de crisis porque va la supervivencia en ello.

-¿Cuándo tirará el sector privado del gasto en innovación y dejará de depender de las ayudas?

-Se ha crecido mucho en gasto en I+D en Andalucía, pero a costa de lo público. El sector que más invierte en I+D es el industrial y, precisamente, el más débil de la comunidad. El turismo, los servicios y la construcción, que tienen más fuerza aquí, son poco innovadores. De ahí que haga falta más industria para que progrese la innovación. ¿Cuándo puede producirse? Aún tardará muchos años, pero los grandes procesos llevan tiempo.

-En el impulso a la industria, y tras casos como el de Delphi, ¿tratarán de no confiar el desarrollo de una zona a una sola compañía a partir de ahora?

-El problema es que no podemos elegir. Si mañana viene una empresa ofreciendo trabajo para una zona, ¿decimos que no? Lo ideal sería que hubiese medianas empresas de distintos sectores. Lo que demuestran casos como el de Delphi es que, en este momento, Andalucía tiene capacidad de respuesta. En la crisis de 1992, cuando se nos cayó una tercera parte del tejido, la Junta, como mucho, podía quedarse con tal o cual empresa, como con Santana, lo que era una sangría económica. Hoy tenemos un músculo económico y de captación de industria sin precedentes.

-¿Se siente vencedor porque se haya dejado de lado el debate nuclear y se esté apostando por las energías renovables?

-Vencedor no, pero contento sí. La energía nuclear es una posibilidad para aquellos países que cuentan con ventajas competitivas -tecnología, centrales, uranio-, pero España no se encuentra entre ellos. En Andalucía tenemos sol y éste debe ser la base de nuestro consumo energético y el futuro de nuestra industria. Ahora mismo hacemos artesanía, pero en pocos años la energía solar será competitiva porque la habremos desarrollado tecnológicamente.

-¿Cuándo podrán sustituir a otras fuentes de energía?

-Estoy seguro de que dentro 15 años la electricidad en nuestro país provendrá de las renovables.

-¿En torno a éstas se está generando una creciente burbuja?

-Se podría crear y hay que tener cuidado. Ha habido muchas críticas en el sector fotovoltaico por la limitación impuesta desde el Gobierno al número de megavatios, pero se estaba caminando hacia una burbuja porque los huertos solares se convertían en un producto financiero, y había que atajarlo.

-¿Cuándo dejarán de ser necesarias las primas?

-Según nuestros cálculos, en 2030-2035 las fuentes de energías renovables ya podrán competir con petróleo y gas. -¿El próximo cambio legal supondrá un frenazo o un respiro para la fotovoltaica?

-Un frenazo para una posible burbuja y un elemento de tirón para la industria, de modo que sea más eficiente, tenga mayores niveles de calidad y el crecimiento del sector sea paralelo al de la tecnología. -El sector eólico también está viviendo un fuerte empuje...

-Después del parón que tuvimos, hemos multiplicado por cuatro la energía eólica en Andalucía en los dos últimos años. En estos momentos, hay 2.200 megavatios ya instalados y acabamos de sacar otros 500 a concurso para los que hay una demanda exponencial. El problema es que nuestras redes eléctricas no están preparadas para evacuar la energía producida, sino para distribuirla. Pero vamos llegando a acuerdos con Red Eléctrica y Endesa para propiciar el desarrollo del sector.

Diario de Cádiz