Dicen que no aceptarán otro acuerdo que excluya la prolongación de las prestaciones y pedirán que el suelo de la planta se destine a uso industrial

Los antiguos trabajadores de Delphi no van a quedarse de brazos cruzados si no se cumple el acuerdo firmado hace tres años. La tensión parecía aumentar durante la asamblea celebrada ayer ante la puerta de la antigua factoría, donde al menos 300 ex empleados de la fábrica se reunieron para acordar los puntos que llevarán mañana a la reunión con la Junta. La intención es que el Gobierno regional dé marcha atrás y no corte de raíz las prestaciones a partir del 28 de febrero como anunció hace dos semanas.

La cita está fijada para el próximo lunes en Sevilla y ya se ha preparado un comunicado conjunto de los sindicatos que están presentes en la comisión de seguimiento – UGT, CC OO, USO y CGT-. Los puntos claves se resumen en tres: que se mantengan las prestaciones sociales hasta que se consiga la recolocación de toda la plantilla (quedan unos 600 pendientes de un empleo). Lo siguiente es que sea la Junta quien asuma la propiedad de los suelos de la planta y que se destinen únicamente a uso industrial.

Y finalmente propondrán que toda la gestión del Plan Bahía Competitiva se lleve desde Cádiz y no desde Sevilla como hasta ahora. Ninguno de ellos es negociable y aseguraron que no piensan volver sin ese compromiso atado. Pero la confianza empieza a caer. No fueron pocas las voces que solicitaron más presión y que se trasladara la reunión al interior de la factoría a la fuerza. Finalmente se sosegaron los ánimos y todo transcurrió con normalidad. Tampoco hubo reproches ni insultos a la prensa como en la manifestación del pasado miércoles ante la Diputación.

Paco Cárdenas volvió a ejercer de portavoz de los trabajadores y aseguró que «se esperan cambios porque la mayoría de los trabajadores pasan de los 40 y sin el apoyo de las administraciones no hay futuro para ellos». También explicó que «la intención no es seguir con cursos y subvenciones, sino que haya un plan de recolocación inmediato». Pendiente queda la reunión con González Cabaña, que prometió mediar en el asunto.

Conato de bronca

Cerró la convocatoria una quema de neumáticos junto a la antigua garita de seguridad y consignas aisladas de «Alestis puede arder». A pesar del conato, no fue necesaria la intervención de los agentes antidisturbios apostados a la entrada de la fábrica y en el interior del recinto.

El calendario de movilizaciones de la próxima semana terminará el jueves, que volverán a Sevilla para acudir al pleno del Parlamento andaluz donde el diputado autonómico Ignacio García propondrá a la Junta que se querelle contra el ex director de Delphi por sacar de la masa de quiebra los terrenos de la planta. Esta convocatoria se mantiene a pesar de que la reunión del lunes en la Consejería de Empleo sea satisfactoria. «¿Y mientras tanto? », se oyó preguntar. «Habrá que seguir luchando», fue la respuesta.